agosto 16, 2021 1
Jugar es un derecho de los niños y una necesidad. A partir de esta necesidad las personas experimentamos, sentimos curiosidad y descubrimos, nos expresamos y aprendemos sin darnos cuenta de ello. El juego es una herramienta de aprendizaje innata en la que se produce un proceso interactivo y de comunicación con el entorno natural y con otras personas.
Al jugar desarrollan las habilidades para moverse, crear, probar, ensayar, recordar y relacionarse con los demás, entre otras. A través del juego, el niño/a imita el mundo que lo rodea y avanza en el desarrollo del pensamiento.
Es muy bueno entregarle al niño/a elementos que le permitan simular sus ideas y jugar a tener roles, como por ejemplo jugar a ser jinete de un caballo o bombero/a.
El juego imaginativo es central en el desarrollo del lenguaje por que permite abrirse al mundo de la fantasía y del juego pretendido; como por ejemplo: tratar a una muñeca como si fuera una guagua. De esta manera, las ideas, el comportamiento y las relaciones pueden ser exploradas y jugadas simbólicamente.
También es recomendable motivar a los niños/as para que jueguen con otros niños/as de su misma edad, pese a que probablemente sólo van a jugar en paralelo, aparentemente sin mirarse. Esto ha sido denominado como “juego egocéntrico” por algunos autores, pues los niños/as prácticamente se centran en sí mismos sin considerar al otro.Estos juegos con otros niños les enseña a compartir.
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